“Unas gotas de Chanel Nº 5″ era todo lo que llevaba puesto para dormir Marilyn Monroe, según ella. La ola de calor invita a acostarse lo más ligero de ropa, pero los especialistas recomiendan no dejar de lado el pijama por muy sofocantes que estén las noches ya que, paradojalmente, dormir con ropa equilibra mejor la temperatura ambiente con la de tu cuerpo a la hora del descanso. Por el contrario, dormir desnudo agudiza la sensación de calor al mantener el sudor pegado a la piel y el entorno de tus sábanas causando esa sensación “pegajosa” y de incomodidad.
Un pijama o polera de algodón ligero, de fibras naturales o un tejido transpirable favorece la evaporación del sudor y el descenso de la temperatura propio del cuerpo durante las noches que ocurre aproximadamente 4 horas después de conciliar el sueño. Dormir desnudo, evita aislar la temperatura del cuerpo y la de tu habitación aumentando la sensación ambiental de calor.
Un recordatorio de consejos para bajar rápido la temperatura son tomar una ducha tibia antes de dormir, poner una compresa fría en las muñecas y otros puntos de pulso como el cuello, los codos, la ingle, los tobillos o detrás de las rodillas. A estas indicaciones, el neurólogo Ignacio Gutiérrez, médico de la Clínica Somno, agrega:
Ventilar la habitación unos minutos antes de acostarnos para renovar el aire.
Escoger pijamas de telas livianas como algodón.
No dormir destapados para evitar enfriamientos del cuerpo.
Una ducha tibia, el cuerpo asimila la temperatura templada a un buen descanso.
Apagar el aire acondicionado para evitar tos y sequedad de las mucosas.
No consumir alimentos diaforéticos (es decir, los que favorecen la sudoración como bebidas calientes, alcohol y comida picante).
