- Dificultade de concentración
- Sensación de irritabilidad
- Impacto en la vida sexual, relacional y doméstica
La apnea del sueño es considerada una enfermedad grave y de consecuencias complejas por cuanto la fatiga diurna y la sensación de sueño constante puede provocar graves accidentes de tránsito al volante o como víctima de la falta de atención. Las dificultades de concentración en actos cotidianos se suman a episodios de hipersomnia en el trabajo y a una notable reducción del desempeño laboral o académico. Las personas con apnea del sueño se duermen viendo televisión, leyendo, asistiendo a espectáculos o incluso mientras conversan con sus interlocutores. Más grave es quedarse dormido conduciendo maquinaria pesada o realizando labores que exigen especial atención o monitoreo.
Otro rasgo de sufrir apnea del sueño es una sensación de irritabilidad, ira, malhumoradas o depresión que se vuelve más evidente en la edad escolar o universitaria ante un bajo rendimiento.
A nivel fisiológico, el descenso de los niveles de oxígeno en la sangre durante la hipoxia nocturna, aumentan la presión arterial y provocan una sobrecarga del sistema cardiovascular lo que aumenta el riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares. En el caso de personas con cardiopatía, los episodios de falta de oxígeno pueden provocar la muerte súbita.
A nivel social y relacional, la apnea del sueño afecta también a quienes comparte la cama o la habitación con la persona que ronca o genera preocupación con las pausas en su respiración. La falta de descanso se extiende a los demás e impacta en la vida sexual, relacional y doméstica.